Ayer vino Alba a casa para hacer la prueba de su vestido, fue algo divertido e importante para ambas: por su parte la emoción de probarse una prenda hecha exclusivamente para ella y en mi caso por el hecho de hacer un encargo como marcan las pautas, demostrándome a mi misma lo muchi que he aprendido a lo largo de estos meses en la escuela.
Debo hacer algunas modificaciones en su patrón: la sisa y el ancho de espalda no corresponde con sus medidas reales. Me di cuenta que, cuando tomamos las medidas, iba vestida con una camiseta un poco holgada y eso me confundió a la hora de marcarlas. Hicimos también algunos cambios en la forma de la cintura, el escote delantero y añadimos algunas pinzas en el pecho para darle más forma a la copa.
Aprovechamos el encuentro para comprar la tela y el forro. Costó encontrar algo que se amoldase a su gusto y tono de piel, pero creo que acertamos con nuestra decisión tanto por el estampado como por el tipo de tejido, es preciosa y muy agradable al tacto.
El día 22 tiene que estar listo, así que ya puedo ponerme en marcha! En cuanto termine con este encargo voy a empezar a trabajar en otro que me llevará más tiempo, todavía no puedo dar detalles pero en cuanto pueda os los daré. Es un reto al que me enfrento pero me veo capacitada para superar y creo que, quien me lo ha encargado, también confía plenamente en mis posibilidades. Con eso tengo más que suficiente.
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